viernes, 12 de septiembre de 2008

Burén Asuá



Batu: Nuestro Auténtico Deporte Ancestral
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El batu, ¿juego o deporte?


Por: Jorge Estevez (Taino) -
Estevezj@si.edu
National Museum of the American Indian, New York, NY
Asesor, Sociedad Taína
Guabancex Viento y Agua

Traduccion: Yaguarix

Imaginémonos retrocediendo en el tiempo, 500 años para ser exactos, a las islas del Caribe. Allí se encuentran bellas playas de arena con aguas color azul turquesa, matas de palma, cálidas aguas, suaves brisas y grandes panoramas montañosos. A la distancia se escucha el retumbar de los tambores y las maracas.

Siguiendo los repiques musicales se llega a los alrededores de una aldea. Allí se encuentra un grupo de personas que se preparan animadamente para un juego de pelota que llaman batu. El jugo se practica en una cancha rectangular llamada batey. El batey está delimitado por grandes canteras de piedra adornadas con figuras talladas que se asemejan a otras encontradas en las Américas, aunque estás sólo se encuentran en el Caribe.

Dos equipos de jugadores entran al batey. Los equipos proceden de comunidades diferentes –tal vez para solidificar sus lazos políticos o sociales, o sólo simplemente por amor al juego. De cualquier forma, estos juegos son centrales en la estructura social taína. Los moradores comienzan a invocar y entonar cánticos a Koromo, Achinao, Rakuno y Sobaoko, los cuatro puntos cardinales.

Las reglas del juego han sido establecidas por mucho tiempo, pero a los jugadores se les recuerda de nuevo que no pueden tocar la pelota con sus manos o sus pies. Sólo las caderas, los codos, los hombros y la cabeza son permitidos. Una pelota especial maciza de goma [o resina de caucho] es lanzada hacia el centro. El juego comienza….

Tras el contacto con los españoles en 1492, los indígenas taínos del Caribe fueron esclavizados y se les prohibió continuar con esta tradición ancestral. De la misma forma en que a nuestros primos norteamericanos se les obligó a asistir a escuelas de evangelizacion, a nuestra gente se les forzó a vivir en misiones por los sacerdotes católicos. Nuestras costumbres y tradiciones nativas nos fueron entonces denegadas. Por tanto, nuestros ancestros no pudieron continuar jugando.

Cómo y porqué competíamos fue gradualmente olvidado. Sólo en el registro histórico encontramos descripciones de cómo este deporte nativo era jugado. Loa arqueólogos de hoy encuentran continuamente remanentes de estas canchas de juego. Inmensos bateyes han sido encontrados en Kiskeya (República Dominicana y Haití) y en unas pocas de las Antillas Menores. Pero sin dudas la isla de Boriken (Puerto Rico) ha aportado el mayor número de bateyes encontrados hasta el momento. Es muy posible que los torneos más importantes fueran realizados en esa isla. Además de las canchas de juego, se han excavado aros de piedra tallados con motivos de significación religiosa.

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El
Batu y el Ulama (juego de pelota de los indios Mexica de México) y otros juegos similares eran jugados a todo lo largo de Meso-América antes de la llegada de los europeos. Se podría suponer que estos juegos nativos se habrían perdido para siempre, pero como el ave Fénix que resurge de sus cenizas, los descendientes de los primeros pobladores en concentrarse con Colón están reviviendo el juego. De hecho, esta revitalización ha ido desplegándose por bastante tiempo.

La región sudeste de
Kiskeya tiene un gran parecido con el sudoeste de los Estados Unidos. El área es mayormente árida y desértica, con una gran parte de la vegetación consistente en cactus conocidos como cayuco y guazábara. Muchos descendientes de los taínos viven en esta área.

En 1969, el Dr. Arístides Estrada Torres, Danilo Pérez y sus hermanos Ica y Rhadamés, y otros formaron un grupo cultural llamado Grupo Marcos. El grupo estaba preocupado porque nuestra herencia cultural taína estaba siendo maltratada no solo por los académicos sino por la propia gente. Este grupo se dedicó a rescatar todos los aspectos de la continuidad cultural taína y la revitalización de otras. Con el tiempo su foco principal se convirtió en la resurrección del juego de Batu.

El Grupo Marcos devino la inspiración para la creación de tres grupos adicionales, Batey Athene, Batey Azua y Batey Cubatay. Con nuevos líderes, energía renovada y dedicación total, usando Fuentes históricas, los grupos comenzaron a reconstruir el ancestral juego del
batu. Aunque los miembros individuales tienen focos diferentes, el principal objetivo sigue siendo el mismo –el renacimiento completo de los juegos.

Al principio los jugadores simplemente forman un círculo en el batey o plaza del pueblo cuando juegan. Jugando por el placer de hacerlo, han comenzado a atraer grandes multitudes de turistas que visitan la región cada año. Prontamente otras personas de la región quisieron unírseles y jugar también. A medida que aumentaban en número también mejoraba su nivel de destreza.

De acuerdo al señor Rannel Báez el principal propósito del juego es mantener la pelota suspendida en el aire. Cada jugador debe golpear la pelota hacia el equipo adversario. Si un jugador falla en golpear la pelota o mantenerla en el aire él es eliminado de manera automática. Las mujeres juegan también, a veces retando a los hombres, pero se les permite usar estacas o bates. No hace falta decirlo, ¡las mujeres siempre ganan! Los espectadores pueden apostar en el juego. La apuesta se llama
chuke-chuke.

Con el tiempo los grupos individuales se han ido convirtiendo en ligas. En cada liga hay unos cuatro equipos que juegan entre sí. Cada equipo tiene unos cuarenta miembros. Hasta el momento, las diversas ligas no han jugado aún contra todas las demás. No obstante, colaboran entre sí mientras el juego continúa ganando adeptos. Con cada triunfo se amplía una aspiración que se ha comenzado a materializar: jugar a nivel nacional.
Los jugadores visualizan el deporte jugándose en las escuelas en todo el país, al como se hace con el béisbol y el básquetbol.

Como cualquier otro deporte, la fortaleza y la resistencia deben mantenerse. Los grupos ya tienen entrenadores físicos. El señor Roberto Brito entrena al grupo del batey Athene y ha estado muy activo en los esfuerzos de revitalización en Azua. El es un maestro de educación física que trabaja para la Secretaría de Educación en la región. Otros instructores del batey Athene incluyen a Luis Pujols, Luis Vargas, Bayardo Ortiz y Héctor Ortiz.

El señor Salvador Urbáez adiestra a los miembros del batey Azua y el señor Starling Díaz y Rannel Báez entrenan a los miembros del batey Cubatay. Los miembros esperan jugar pronto en México, donde el juego llamado Ulama ha sido revivido también. Algunas de la reglas del Ulama son un poco diferentes, pero un desafío entre los dos debe ser muy interesante.

El Batey Athene ha viajado a los Estados Unidos y a Puerto Rico a jugar. En Puerto Rico el batey ha jugado con deportistas taínos allí, quienes están reviviendo el juego también. De hecho, a través de toda la región del Caribe hay un movimiento de revitalización que se esparce como un fuego silvestre. De Cuba a Jamaica y de Puerto Rico a Haití este movimiento de revitalización taína ha estado creciendo lenta pero consistentemente.

“Ya no toleraremos la visión popular de la supuesta extinción de nuestros ancestros y de la desaparición de nuestra cultura“, dice Rannel Báez del batey Cubatey. Ya sea en las aisladas comunidades nativas en Cuba o en las calles de San Juan, Puerto Rico o aún en la Ciudad de Nueva York, los descendientes de los taínos clásicos están enarbolando su bandera.

El señor Roberto Brito, del Batey Athene dice “Nuestra meta principal es rescatar y difundir la verdad sobre nuestros orígenes y nuestra cultura autóctona con la esperanza de que las generaciones venideras aprendan a través de nuestro deporte nativo la grandeza de nuestro Pueblo. Que nosotros somos portadores de fuertes elementos culturales que heredamos del tiempo de nuestros ancestros -y no importa cuán insistentemente algunas personas ha tratado de borrar este magnífico pasado, no han podido lograrlo”.

Una tibia brisa transporta los magníficos aromas de la cocina ancestral tradicional, tales como el
chen-chen (pan de maíz) y el casabe (pan de yuca). Las mujeres venden mabí y cacheo, dos bebidas nativas tradicionales. Los sonidos de los atabales de maderas y las maracas vibran en la atmósfera. Dos equipos de hombres jóvenes ingresan al círculo. Un hombre entra en él y ora hacia los cuatro puntos cardinales. Las reglas del juego son establecidas. Una pelota de goma es lanzada al aire y el juego comienza. Esta escena ocurre al mismo tiempo en el aquí y ahora y en el pasado distante.

El juego batu ha vuelto a nacer, y no volverá a desaparecer.

Jorge Estevez (Taino)

National Museum of the American Indian

One Bowling Green

New York, NY 10004

(212) 514-3716

Estevezj@si.edu

Caja de Resonancia


Escritores dominicanos reclaman respeto para Ernesto Cardenal

Decenas de escritores dominicanos reclamaron al gobierno de Nicaragua detener la presión contra el poeta Ernesto Cardenal, quien afronta una acusación de injuria que el intelectual ha considerado un plan en su contra del presidente Daniel Ortega.

"El poeta Ernesto Cardenal es un ministro de la luz y de la libertad, por lo que la calumnia y la infamia no mermarán la fortaleza de su espíritu ni los cimientos de su prestigio", expresaron los escritores dominicanos en una declaración escrita.

Al término del VI Festival de la Poesía de la Montaña, realizado este fin de semana en la ciudad montañosa de Jarabacoa, los participantes aprobaron emitir una declaración de solidaridad con Cardenal, ante la persecución a la que lo han sometido las autoridades de su país.

"La injusticia y la inequidad pueden imponerse en una circunstancia determinada, y pueden incluso satisfacer las apetencias desordenadas de ocupantes del poder político afectados de una particular paranoia. Pero la verdad, como la luz, será inocultable", indica la declaración.

Los escritores dominicanos demandaron respeto para Cardenal, a quien consideraron "orgullo de Nicaragua y de Latinoamérica". Agregaron que la presión contra el poeta Ernesto Cardenal debe cesar, o mejor, no tenía por qué iniciar y que "la mentira y la inequidad no pasarán".

El documento fue suscrito, entre otros, por los escritores Tony Raful, José Mármol, Taty Hernández, Federico Jóvine Bermúdez, Rafael Peralta Romero, Plinio Chahin, Juan Freddy Armando, Guido Riggio, Tomás Castro, Manuel Mora Serrano, Manuel Llibre Otero, Noé Zayas, Blas Jiménez, Angela Hernández, Basilio Belliard, Rafael García Romero, Rannel Báez, Nan Chevalier, Jorge Piña, Miguel Collado, Reyson Peralta, Yilenia Cepeda, Tanya Badía y Valentín Amaro.

Santo Domingo, República Dominicana,

31 de agosto de 2008